Cómo me volví más segura de mí misma (y cómo tú también puedes lograrlo)

Por Montsse
Suscríbete A Mi Página

    Psicología espiritual

    Cómo me volví más segura de mí misma: mi transformación desde el amor propio y la espiritualidad

    Por Montsse – Psicóloga clínica y espiritual

    La verdadera seguridad no viene de tenerlo todo bajo control, sino de la relación que construyes contigo misma.

    En este artículo vas a encontrar:

    • Mi historia real de cómo pasé de la inseguridad a la confianza.
    • Los hábitos y cambios internos que fortalecieron mi seguridad.
    • Claves espirituales para confiar más en ti y en la vida.

    Durante mucho tiempo pensé que ser una persona segura significaba tenerlo todo bajo control: la imagen perfecta, el cuerpo ideal, una vida sin errores. Con el tiempo entendí que la verdadera seguridad no viene de afuera, sino de la relación que tenemos con nosotras mismas. Este artículo es mi experiencia real: el proceso que me ayudó a pasar del miedo a la confianza, de la duda a la certeza y de la inseguridad al amor propio.

    Cómo me volví más segura de mi misma

    1) El momento en que decidí cambiar

    La inseguridad se disfraza de perfeccionismo. En el fondo grita: “no me siento suficiente”. Tras una crisis personal entendí que nadie puede darme la seguridad que yo misma no me doy. Ahí comencé a sanar mi diálogo interno y a reconectarme con la divinidad dentro de mí.

    2) Aprender a hablarme con amor

    Observé mi autodiálogo y reemplacé la crítica por afirmaciones amorosas:

    • Yo soy capaz.
    • Estoy aprendiendo.
    • Estoy creciendo cada día.

    Afirmar no es mentir: es recordarle a tu mente quién eres. Con el tiempo, esas palabras se vuelven realidad.

    3) Elegir hábitos que me hacen sentir fuerte

    La seguridad también se construye en lo cotidiano: dormir mejor, alimentarme con conciencia, mover el cuerpo con amor y meditar o visualizar mi versión más segura. Cada acto es una prueba silenciosa de amor propio. Cuando mi cuerpo empezó a sentirse más fuerte, mi mente también lo hizo.

    4) Dejar de buscar validación externa

    La transformación más profunda fue dejar de esperar aprobación. Cuando empecé a elegirme a mí misma, llegaron más respeto, amor y oportunidades.

    La seguridad es silenciosa: no necesita demostrar nada, porque sabe que ya lo es.

    5) Conectarme con la divinidad y confiar en el proceso

    La espiritualidad me enseñó a soltar el control y a confiar en que la vida me sostiene aun cuando no veo resultados inmediatos. A través de la oración, la meditación y el silencio interior, empecé a sentir que no caminaba sola.

    6) Hoy me siento segura porque me tengo a mí

    La seguridad que tengo hoy no es perfección: es confianza, aceptación y paz. Me volví más segura cuando dejé de buscar ser perfecta y empecé a honrar cada versión de mí: la que tiene miedo, la que brilla y la que está sanando.

    Conclusión: tu seguridad también puede florecer

    No nací segura: me construí. Y tú también puedes. Empieza por hablarte con amor, elegirte con firmeza y recordar que la divinidad vive en ti. La seguridad es una práctica diaria de amor propio y fe. Cuando confías en ti, la vida también empieza a confiar en ti.

    🌙 Conecta conmigo

    Si estás en tu propio camino de sanación y seguridad interior, aquí encontrarás más meditaciones, audios y herramientas:

    ✨ Ir a mi Linktree ✨

    Gracias por leerme y por seguir este camino de crecer con conciencia y amor. — Montsse 💛

    Más de mi contenido:


    Etiquetas: autoestima, confianza en mí misma, seguridad interior, empoderamiento femenino, psicología espiritual

    Te podría interesar

    Deja Un Comentario